Un artículo en la versión en español de la BBC refire a un estudio en Islandia sobre un tema conocido estrés y memoria.El interés puede ser en cuanto a la ponderación específica de estos episodios.
Las personas que tienen un estilo de vida agitado y con mucho estrés son más propensos a tener estos olvidos.Para un mejor funcionamiento mental es vital cuidar los niveles de estrés.
¿Cuántas veces ha ido al supermercado a comprar leche y regresa con cualquier otra cosa? ¿Y cuántas le ha pasado que en vez de botar el papel de las galletas que se acaba de comer, las llaves que tiene en la otra mano son las que terminan en la basura?
Si en algún momento se siente como el personaje Homero Simpson, porque esto le ocurre con frecuencia, no se preocupe. Una investigación realizada recientemente por un grupo de científicos islandeses revela que estos “olvidos” son más comunes de lo que se cree.
Según el “Estudio de lapsos mentales en individuos saludables”, elaborado por la Universidad de Islandia y el Hospital Universitario Landspítali, estos episodios pueden ocurrir hasta 30 veces a la semana.
La mayoría se da en días laborales entre el mediodía y las 8:00 p.m. Los especialistas concluyeron que en estos resultados no influyeron ni la edad ni el género de los encuestados.
La investigación incluyó a 189 voluntarios a quienes se les pidió que detallaran el número de “ausencias mentales” que tenían en una semana.
Los hallazgos del análisis serán publicados próximamente en la revista Neurología Clínica.
La coordinadora de la investigación, la neuropsicóloga clínica María Jonsdottir, del Hospital Universitario de Reykjavic en Islandia, explicó a la BBC el objetivo de este trabajo.
“Hay pacientes que se preocupan porque tienen problemas con su memoria, están muy distraídos y cometen muchos errores. Pero es normal tener cierta cantidad de olvidos. Y estos resultados sirven para convencerlos de que no tienen nada malo”, aseguró.
Es una situación que genera mucha ansiedad en la persona porque piensa que tiene alguna enfermedad mental. Pero para Jonsdottir la explicación a este fenómeno es sencilla.
“No le prestamos suficiente atención a lo que estamos haciendo, o de repente nos confiamos porque se trata de algo rutinario”, sostuvo.
Quienes tienen un estilo de vida agitado y están sometidos a situaciones de estrés son más propensos a tener “lapsus mentales”.
Por esta razón -indicó la neuropsicóloga- es probable que la frecuencia de estos episodios se incremente porque en la actualidad las personas tienen que realizar un gran número de actividades en muy poco tiempo.
Alternativas
El neurólogo Raúl Arizaga, de la Federación Mundial de Neurología, señaló que las características del individuo también influyen en las “ausencias”. Aseguró que hay personas que tienen menor capacidad de retención.
De cualquier forma, si su mala memoria obedece a una razón genética o a una dinámica agitada, tiene alternativas para combatirla. “Se pueden hacer muchas cosas en el hogar. Palabras cruzadas, Sudoku, el Memory Test, en el que la persona tiene que recordar dónde está ubicado el par de una carta, e incluso leer el periódico y hacer un resumen de 10 noticias”, sugirió.
También es importante la actividad física, enfatizó.