En general al comenzar la semana nos asaltan mil proyectos, cosas por hacer, cosas que no hicimos, y eso inevitablemente lleva a una sensación de ansiedad y frustración. Si esa situación se prolonga, en realidad en lugar de poder pensar más o mejor, pensamos, menos, más confundidos y nos paralizamos. El resultado puede ser que nos sintamos culpables y/o frustrados, y cansados de antemano.
Una idea es en principio no agregar más confusión, por ejemplo no “engancharnos” en la multitud de noticias antes de tener en claro dónde estamos. Para eso, y acá empieza el tip, hacer unos minutos de vacío, vaciar la taza, la olla o como nos guste llamara a nuestra mente tan llena, y luego si logramos vaciarla, elegir, dos o tres cosas, NO MÁS, que son importantes y que deben ser cumplidas y que son más importantes que las otras.
El efecto de vaciar y priorizar, hace que el resto empiece a acomodarse, pero siempre con lentitud y calmamente. Buen comienzo de semana.