Luis Suárez ha vuelto a las andadas esta vez por morder a un rival en el brazo a Chiellini de la selección Italiana. Previamente Luis Suárez ha cometido lo mismo con Branislav Ivanovic del Chelsea En 2010, mientras que en el Ajax de Amsterdam, fue suspendido por siete partidos por morder el hombro del centrocampista del PSV Eindhoven Otman Bakkal y en la actualidad se enfrenta a una posible sanción de importancia.
Garra o comportamiento primitivo?
A veces el entender que esto se da en personas que deben su capacidad a un grado importante de combatividad, se confunde la esencia básica del deporte que es y ha sido la de justamente controlar nuestros impulsos agresivos y enmarcarlos en un código aceptable y que nos proteja, por eso las artes marciales son artes y no destrucción del otro o los partidos de rugby son batallas entre grupos pero con reglas claramente establecidas. El componente agónico, de lucha es la base del deporte, pero esto lleva el control del marco limitante sin el cual no es deporte.
Es un comportamiento que se espera entre los niños pequeños con algún grado de dificultad de comportamiento, pero no de un adulto, y este episodio ha puesto sobre el tapete un tema extraño ¿Con qué frecuencia muerden los adultos?
El caso quizás más paradigmático ha sido el de Mike Tyson en la pelea con Evander Holyfield en que mordió un trozo de la oreja y se ve como escupe el trozo mordido.
Es interesante ver como el mismo Mike Tyson tendría antes y después problemas de violencia de género con diversas parejas.
Las violencias son vasos comunicantes.
En los deportes de contacto, se presentan algunos casos, pero siendo siempre de descalificación y sanción grave como los ocurridos en el rugby o en las artes marciales mixtas.
En el caso de este tipo de situaciones es interesante ver como el mismo Evander Holyfield proponía que se trata de una gran frustración en el campo del deporte.
Esto es coherente con la idea que se trata de respuestas de liberación de impulsos muy primitivos que hacen salir los elementos más ligados a nuestro comportamiento animal primitivo. Desde ya el proceso es puramente impulsivo y no es un acto planificado o siquiera vivido como con un gran componente de conciencia, o racionalidad, que eventualmente motivaría otro tipo de respuesta agresiva.
No es habitual que se liberen comportamientos tan primitivos en el caso de la agresión aunque si es frecuente en situaciones en las cuales lo pasional por ejemplo se encuentra comprendido como las peleas de parejas con violencia física.
Eso pone en consideración la forma en que manejamos las frustraciones en un contexto de alto tenor emocional como pueden ser justamente las peleas pasionales o los eventos deportivos, y la posibilidad de pasaje al acto impulsivo, siendo este una muestra de lo primitivo que puede ser. En este contexto de comportamiento primitivo se enmarcan innumerables actos más graves como los homicidios o intentos de homicidios que en algunos casos parecen ser de difícil comprensión para el que es ajeno a la temática, como mutilaciones o el uso del fuego etc.,
Sea cualquiera el caso, la necesidad es de abordar el tema desde una perspectiva amplia en la cual se descarten desde comportamientos impulsivos de origen orgánico hasta posteriormente un profundo análisis de la personalidad que permita que establezca una terapia del control de los impulsos.
En el caso de Luis Suarez sin duda los beneficios serian inmensos dada la calidad de este deportista.