Le Monde publica una nota muy interesante con Axel Kahn, bioeticista, especialista en genética, con algunas referencias sobre el Tour de France, que termina hoy.
Para quienes no lo siguen habitualmente, el Tour, es la competencia más importante del ciclismo mundial y considerada junto con los mundiales de fútbol y los Juegos Olímpicos la más importante en todos los deportes, por el interés que despierta, por la tradición, etc.
En los últimos años un tema simple y es el consumo de algún tipo de sustancias a visto a varios ganadores verse privados de su título y cada año a más corredores suspendidos, así el tour se ha convertido en un doble polo de atracción para ver quien es sacado de la carrera y los que siguen.
Esta es la metáfora que explicita Kahn, «una carrera entre los dopados que se hacen agarrar y los que no».
La sustancia actual es la EPO eritropeyetina que estimula la producción de glóbulos rojos, y ayuda a comprender cómo un hombre puede desplazarce a una media de 50 km por hora durante 200 o casi 300 km diarios, por montañas y planicies y así durante 3 semanas. Así la sombra de la duda se extiende sobre todos los ciclistas, al igual que en otra área en el reciente caso del psicólogo experto en violencia familiar pedófilo en Argentina, lleva a la duda sobre un sector de la profesión.
Diferenciar lo moral y ético o quienes respetan las normas se hace cada vez más dificil para quienes observan el fenómeno.
La nota resalta algunas cosas interesantes para la ética profesional también.
Pour Axel Kahn, «la morale sportive est immorale» – Sports – Le Monde.fr