En La Argentina se ha instalado un término que desconozco si es usado en otros lugares en esta acepción.
Aqui implica una grieta, un espacio, un corte, una herida en el que se encuentra separada la sociedad argentina y a muchos, les es funcional esa separación. Este conflicto eterno nos ha convertido en algunos lugares en el «Caso Argentino».
En relación a esto tuve una entrevista telefónica que luego llevo a una nota que comparto con uds. algunos párrafos
Lanoticia1.com
06/03/2020
Fin de semana de grieta en Argentina: Aborto legal vs Pro Vida, River- Boca y los K contra Cambiemos
Este fin de semana nuestro país estará literalmente partido al medio. Fútbol, aborto y política serán los temas de agenda de sábado, domingo y el Día de la Mujer. La Basílica de Luján recibe a los manifestantes de pañuelo celeste; los pañuelos verdes y el feminismo marchan al Congreso. La liberación de De Vido y la marcha a Jujuy enfrentan a Cambiemos y al Frente de Todos. River y Boca definen la Superliga y extreman las medidas de seguridad. Cómo sobrevivir al caos y al enfrentamiento en la opinión de Enrique de Rosa.
El origen de la grieta:
La grieta, en nuestro país, es una expresión usual para denominar en estos años una división binaria de la sociedad argentina entre kirchneristas y antikirchneristas, que ha sido causa de un enfrentamiento político y cultural generalizado, caracterizado por una alta dosis de irracionalidad, odio, prejuicio, intolerancia y fanatismo. Para el médico legista, perito forense, psiquiatra, neurólogo y sexólogo Enrique De Rosa, «tácitamente o implícitamente nuestra vida es naturalmente partida». «Uno nace hombre y el otro mujer, uno nace alto y el otro bajo, uno nace pobre y el otro rico. El problema es cuando desde el otro lugar, en vez de combatir la grieta y comenzar a trabajar en un proceso de unión, comienzan a traccionar la grieta cada vez más», explicó.
La política y la grieta:
Mientras el dogma del populismo necesita de enemigos para mantenerse en el poder y la grieta se profundizó con Cristina Kirchner; Mauricio Macri llegó al Gobierno asegurando que lo de su antecesora había sido una «dictadura» y considerando que «la democracia solamente necesita oposición». Sin embargo, nadie explotó la grieta más que él. Pese a alzar la bandera de la unidad nacional, Cambiemos pasó de amar al Papa a odiarlo cuando descubrió sus «dotes peronistas». Además, propuso tratar la Ley de Aborto para borrar de la agenda los graves temas económicos que afectaban la popularidad del presidente. Y cada vez que lo requirió, apeló al fresco recuerdo de la corrupción K para afirmar que «lo de antes era peor que lo de ahora».
La debacle no se hizo esperar y tras un bochornoso final, en 2019 Alberto Fernández alcanzó la presidencia asegurando que habían tomado nota de «los errores del pasado» y que los kirchneristas «volvían mejores que antes». Pese a sus discursos dialoguistas, Alberto tampoco aguantó demasiado y enseguida «le saltó la ficha». Tras el ajuste a los jubilados, el aumento del dólar y la escalada de precios, Fernández apeló al recurso del Ingeniero y ante una sociedad resquebrajada por la división, volvió a impulsar el tratamiento del aborto en el Congreso. Además, tras amenazar con una posible reforma judicial, logró que la Justicia libere a Julio De Vido, quien permanecía preso por estar acusado en once causas de corrupción, y ganó su primera batalla contra las «detenciones arbitrarias».
Qué dicen los especialistas:
Consultado por LaNoticia1.com, el psiquiatra Enrique de Rosa sostuvo que «la violencia es un carbón caliente que te lo tiro a vos pero termina quemándome a mi también. Ese aspecto dual de la violencia mucha gente no lo entiende y es central, al igual que lo es la manifestación de la violencia, que es la grieta». «La grieta, por definición, no es un fenómeno puramente mental o psicológico sino que es un fenómeno emocional y conductual que muchas veces termina en violencia. ¿Qué se puede hacer frente a eso? Lo primero es saber que los que forman parte de la grieta no están locos y hacer un ejercicio muy saludable que es preguntarse y cuestionarse la posición propia y la del otro», explicó detalladamente el experto, quien afirmó que «el grado de adherencia a estar pegado a una idea o pensamiento, me termina indefectiblemente haciendo chocar con los otros».
En ese sentido, De Rosa ejemplificó: «Si yo veo un partido de River o de Boca y ante el resultado me angustio pero en el fondo comprendo que en definitiva es un juego, es una separación o una grieta que me permite sobrevivir. Ahora, cuando pasa a la instancia de lo dramático y el otro pasa a ser un enemigo, tenemos un problema. Y lo central acá es comprender que en esta grieta el enemigo no está fuera sino dentro de uno mismo: Es el aspecto de uno mismo que está partido». El profesional indicó que «lo elemental y básico en esto es poder mirar el espectro amplio y completo, sin tomar una postura unilateral. Porque las posturas unilaterales tienen que ver con la locura. La unilateralidad de la idea está ligada a la locura en términos simbólicos: Si solamente creyera que existe la noche, estoy un poco loco, porque en algún momento va a venir el día».
A la hora de hablar de feminismo y pañuelos verdes y celestes, De Rosa expresó que «si alguien plantea que lo lógico sería que haya una complementariedad entre hombres y mujeres, nadie podría estar en desacuerdo». «El problema es que hay sectores del feminismo radicalizado que plantean la consigna ‘muerte al macho’ y eso termina generando rechazo en otros sectores», ejemplificó en uno de sus argumentos. Y agregó: «Inevitablemente todos los ciudadanos terminan anclados de un lado de la sociedad, pero lo ideal sería complementarse con la otra parte. Si yo soy diestro, debería fortalecer también mi lado izquierdo. La unilateralidad, en biología o en psicología, siempre termina llevando al caos».
El negocio de la grieta en la política:
Según sostuvo De Rosa, «la grieta es un excelente negocio para todos los que tienen poder». En ese sentido, explicó que «los políticos se aprovechan de algo que es totalmente natural, que antiguamente podrían haber sido los unitarios y federales». «Todo tiene dos caras o todo tiene una complementariedad. Uno puede jugar con la grieta y sacar provecho políticamente, pero también puede hacer mucho daño», advirtió el especialista. Al ser consultado en cuanto a la peligrosidad por un estallido social, el experto indicó que «el problema de la grieta ya está instalado». «Parte del problema es que muchos de nosotros pensamos que podemos seguir traccionando la grieta porque el problema todavía no empezó. Y verdaderamente no nos damos cuenta que el problema ya empezó hace mucho tiempo. La sociedad ya se fue acostumbrando a este nivel de caos», resaltó.
¿Qué pasará con la grieta en el futuro?
De acuerdo a lo que adelanta el neurólogo, «la grieta con el paso de los años inevitablemente se va a ir agravando porque el único modo de salida a la angustia que me genera, es fortaleciendo mi postura y no cuestionar mi pensamiento, porque ello implicaría que tenga retroceder y mirar para atrás». «Esto lleva a posturas fanáticas que es lo que está pasando actualmente. Cualquier cosa que te cuestione y te coloque en la mirada del otro, te permite crecer. Pero mantenerme en la unilateralidad me va a llevar a tener que reforzar cada vez mi postura y a estar junto a un grupo de cada vez más fanáticos», concluyó.
La misma la pueden encontrar completa en
https://www.lanoticia1.com/noticia/fin-de-semana-de-grieta-en-argentina-aborto-legal-vs-pro-vida-river-boca-y-los-k-contra-cambiemos-120494.html
Es curioso el problema de la grieta, en nuestro país siempre existieron fanatismos políticos más por cuestiones personales que por racionalidad, en general la mayoría desconoce las ideologías, es decir no sabe la causa del rechazo o la apreciación de una opción, ejemplo peronismo vs antiperonismo, etc.
Soy graduada en Ciencia Política y el estudio de las ideologías, se que no es fácil, requiere mucho estudio en profundidad de una propuesta que aborda una visión global del funcionamiento de una sociedad.
Me atrevo a sostener que en nuestro país no existen ideologías, existen intereses, cuestiones de fe religiosa, personalismos y vanidades, opiniones, y una notable carencia de fundamentaciones. Así no encontraremos consensos porque no tenemos elementos que nos permitan dialogar, debatir, y en algún momento superar las divisiones, las denominadas grietas. Me parece excelente el aporte del Dr. De Rosas, nos permite reflexionar.
Coincido, el fanatismo nunca es bueno, en ningun orden de la vida…