Transcribimos parte de la nota del El Confidencial.
Una sociedad hiperviolenta: sólo me siento bien cuando doy una paliza – elConfidencial.com
Los delincuentes antes utilizaban la violencia para robar y ahora parece que roban para poder dar palizas. El ensañamiento de las bandas actuales con sus víctimas son un motivo de preocupación para las fuerzas del orden, que ven cómo han de enfrentarse a delincuentes que se han vuelto mucho más peligrosos, pero la sociedad entiende esos “métodos” como una expresión más de la vida en un entorno hiperviolento: que un encontronazo fortuito en un discoteca acabe con un chico cobardemente asesinado, que haya chavales que quemen vivos a indigentes, o que decapiten a una compañera, o que muchas mujeres terminen en el depósito simplemente porque querían abandonar a sus parejas… Todos ellos son síntomas inequívocos de que hay algo en nuestro mundo que no funciona en absoluto: la violencia exagerada ya no es algo que aparezca sólo en la pantalla del televisor sino que se ha hecho realidad cotidiana.
Ahora bien, que en la opinión pública esté consolidándose esa sensación no significa que sea necesariamente cierta. ¿Estamos ante un incremento de los hechos violentos o sólo se trata de casos excepcionales amplificados por los medios de comunicación?