Desde la noticia de la aparición del cadaver de Candela, la niña desaparecida se han sucedido una serie de notas en los medios. C5N Radio Belgrano, Cadena 3 etc.
La pregunta ha sido siempre en relación a como alguien puede hacer esto, y las respuestas que se obtenian tanto de público como profesionales era la del horror, de la sensación de absurdo, de alguna manera de hecho extraordinario.
La postura que he presentado en mi caso ha sido algo diferente y es que no  se puede entender esto sin colocarse en el contexto de una sociedad violenta que ha banalizado la violencia, y en la cual de uno u otro lugar el fin necesariamente justifica los medios. Solo falta entender que quien hace eso, tiene algunos lìmites o falta de ellos diferentes a los que nos consideramos normales, pero que de alguna manera en nuetra violencia cotidiana, nos hemos convertido en lo que se hablaba hace varios años una sociedad que riende culto a la muerte y en particular es filicida.

Todo imaginamos, queremos imaginar que esto será un nunca más, pero al mismo tiempo en la medida que no se tomen medidas más abarcativas, tanto en entender la situación  en la que estamos, como que ha generado esta sociedad, creo que seguiremos lamentando a los que ya no está, contando las bajas, en esta guerra que no termina.

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