Incompatibilidad de gustos sexuales

(nota realizada en TerraPerú-hoy el sitio se encuentra desactivado).

El sexólogo Enrique De Rosa, nos explica las razones y claves para superarla. ¿Qué ocurre cuando hay desencuentros en las preferencias sexuales de una pareja?¿Puede afectar eso la continuidad de ésta?

Un caso más habitual de lo que se cree y que algunas veces se puede hasta confundir con una disfunción.

Síntomas de desencuentros

Pese a ser común, la incompatibilidad sexual muchas veces está envuelto en un aura confusa. Se cree que no es grave o que se solucionará con el tiempo a breve plazo. Sin embargo, a la larga afecta de sobremanera la relación como tal y su mantención o fortaleza.

Este problema, frecuente en aquellos que están juntos por otros motivos (seguridad, ideales compartidos o caminos similares) entre los que no contabilizaron la importancia de la sexualidad como tal. Sobre esto mismo, se cree que existen muchos factores que entran en juego a la hora de declararse la incompatibilidad. Estos son:

* Bajo o nulo nivel de comunicación en la pareja en materia sexual.

* Existencia de roles tradicionales, donde sólo él es activo.

* Existencia de una mujer insatisfecha sexualmente que desarrolla agresividad al momento de intimar.

* Existencia de una mujer que desea dejar de ser objeto sexual y que comienza a exigir su propio placer.

* Evasión inconsciente de la relación sexual debido a ansiedades o culpabilidades.

* Preocupación en exceso sobre el rendimiento sexual.

Desarmonía en la pareja

El psiquiatra y sexólogo clínico, Enrique De Rosa, recibe semanalmente muchos casos con este origen. «Es una de las consultas y quejas más frecuentes en la consulta: la diversidad en la pareja frente a la sexualidad, en las modalidades, en la intencionalidad, en la frecuencia, etcétera». Y es que parecen las diferencias por momentos irreconciliables. El lugar común más usual es el hombre que pide demasiado, todo el día, y la mujer, ‘no se siente’, no quiere, no accede, o finalmente ‘tengo otras cosas que hacer’, o cualquier forma que lo ilustre, pero siempre relativos, al hombre en más y a la mujer en menos. Es interesante ver como esto, luego del primer relato, no es siempre así, sino que en muchos casos son demandas culturalmente impuestas al hombre. Aquí caemos en un lugar que las parejas no quieren o prefieren ignorar, ‘¿no quiere, o… no quiere conmigo?’. Quizás planteado de otra manera, ¿es él/ella o soy yo que no puedo generar otros espacios eróticos y lúdicos?».

En este mismo sentido, el también neurólogo explica: «Ocurre, extrañamente en la época actual, que la mujer se sitúa en un rol recibido y no plantea sus propias necesidades». Hace un tiempo una paciente, nos ‘traía’ a su marido. Ambos en sus 30/35 años para ‘explicarle’ al marido que en el matrimonio, el sexo era ‘completamente’ diferente, es decir era una necesidad menor casi. La herida narcisista para mí, en ese momento, fue que el motivo que lo trajera no era mi especialidad únicamente sino el ser una persona ‘ya casada, con años’, lo que nos situaba en un polo de haber abandonado prácticamente la vida sexual».

¿Solucionable?

Desgraciadamente la gente no toma en cuenta realmente su vida sexual y su modo relacional. Establece relaciones sin ver realmente a quién tiene enfrente. Lo que ocurre es que esta falta de comunicación y la fuerte unión que significa el sexo, deja lugar a los mismos espacios que lleva a la falta de objetivos o de creencias comunes.

«Estos espacios al ser vacíos hacen que la pareja deje de conocerse, reconocerse y saber quien es el otro. En una terapia muchas veces nos damos cuenta que los problemas vienen por dificultades elementales en cuanto a educación sexual básica. A veces, cuando pensamos en la educación sexual, nos remontamos a cómo ponerse un preservativo. Pero realmente saber cómo poder lograr que nuestra pareja desee y goce el momento del encuentro, puede ser una enorme materia que permitiría mejorar nuestra relación nuclear fundamental y en la pareja», explica el psiquiatra Enrique de Rosa.

En base a lo anterior se concluye que no se es incompatible sexualmente de por sí, sino que se puede evitar. ¿Cómo?, pues dando rienda suelta a las emociones, permitiéndose disfrutar, aceptar que cada día se puede aprender algo nuevo, que el conocimiento sexual es un arma para mejorar la vida y que de esa manera se permite elegir una ideal sexual con plena libertad, sin presiones sociales, familiares u obligaciones culturales. Y si ya se está inserto en una relación como la que describimos, debe quitar el automático, y decidirse a eliminar los grises que conforman su convivencia. Es necesario crear espacios para la intimidad mental de la pareja y compartir humildemente y con esfuerzo. Pues la compatibilidad si se puede lograr.

Claves para superar la incompatibilidad

Es un proceso que requiere esfuerzo de ambas partes, puede ser lento y trabajoso, sin embargo, existen algunas formas de superarlo. Aquí te damos pautas:

1-.Aprender a dialogar. La falta de comunicación puede ser uno de los problemas más grandes a la hora de hacer el amor. Por lo mismo, mantener un diálogo abierto con lo que nos gusta y lo que no, es el primer paso para superar un problema de incompatibilidad sexual.

2-.Poner fin a los tabúes. Uno de los grandes conflictos que enfrenta una pareja son los tabúes sexuales impuestos por la sociedad. Abrirse, no sentir temor, ser capaces de experimentar sin cargos de conciencia, son algunas de las claves.

3-.Intercambiar roles. La tradición dice que el hombre debe ser quien tome la iniciativa y la mujer estar siempre en un rol más pasivo. Error. Una buena solución es que la mujer comience los juegos sexuales y no traspase toda la responsabilidad a su pareja.

4-.Disfrutar. Algunas parejas están tan presionadas por rendir sexualmente, que transformas en acto sexuales una experiencia tensa para ambos. El primer paso es sacar nuestros bloqueos mentales y preocuparse fundamentalmente de disfrutar ambos.

5-. Prohibido: Acusar, insultar, ni generalizar. La culpa no es de uno en particular sino que algo compartido, razón por la cual la agresividad sólo terminará por aumentar el problema en vez de aminorarlo.

6-. Ir a un especialista. Hay parejas que se niegan a reconocer sus problemas yendo a un especialista, pero es siempre importante descartar que exista un tema más allá de la incompatibilidad sexual, es decir, una enfermedad que puede ser tratable.

 


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