El pánico marca el ritmo de los peruanos tras más de 300 réplicas
Los ocho millones de limeños vivieron un jueves casi en estado de pánico ante el temor de un nuevo gran terremoto como consecuencia de las más de 300 réplicas registradas en 24 horas.
La sensación de indefensión se disparó con los rumores de un tsunami, a pesar de que la Marina peruana descartó esa posibilidad, pero el temor al desborde del mar llevó a centenares de vecinos del Callao a pasar la noche en las calles desafiando temperaturas de 12 grados, la humedad y la presencia de vándalos.
Ronald Woodman, presidente del Instituto Geofísico del Perú, considera que «este no es un gran terremoto si nos atenemos al grado 7,7. En Perú han habido seísmos de mayor magnitud. Es preferible no hablar de un gran terremoto para guardar las proporciones», señaló el científico.
Woodman disipó dudas sobre si hubo dos terremotos consecutivos: «Se han sentido, aparentemente dos, pero es uno solo. Lo que pasó es que normalmente un seísmo empieza fuerte y luego se atenúa. En este caso empezó fuerte, se atenuó y luego se reactivó la ruptura (de la corteza)».
El responsable del Instituto Geofísico descartó una relación entre el terremoto de Perú y otro ocurrido en Japón 20 minutos antes.